Esta manta sobre-sofá fue tejida por mi madre, una experta tejedora, de modo que esta entrada está dedicada a ella.
Este es mi pequeño homenaje a ella, y la pena es que no conservo nada de mi abuela.
La recuerdo muy mayor con su pelo canoso y largo con el que se solía hacer un moño bajo en la nuca. Y siempre con su aguja de crochet en la mano. ¡Qué pena no tener inmortalizadas esas imágenes!
Ellas no necesitaban patrones y aún así hacían verdaderas maravillas.
Que bonita. Y veo también ami abuela con su labor en las faldas mirándome por encima de sus gafas.
ResponderEliminarQue bonita. Y veo también ami abuela con su labor en las faldas mirándome por encima de sus gafas.
ResponderEliminarPues si Maria!, Bonitos y entrañables tiempos. Gracias.
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